domingo, 2 de agosto de 2015

Nunca te rindas.

Nunca olvides quien eres. Mira hasta donde has llegado. 
Porque es mucho lo que has conseguido.




Never give up!



Las grandes historias.

Igual que en las grandes historias,las que realmente importan,llenas de oscuridad y de constantes peligros,esas de las que no quieres saber el final... ¿Porque como van a acabar bien? ¿Como volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido? Pero al final todo es pasajero,como esta sombra,incluso la oscuridad se acaba para dar pasa a un nuevo día y cuando el sol brilla,brilla mas radiante aun. 

Esas son las historias que llenan el corazón, por que tienen mucho sentido, aun cuando eres demasiado pequeño para entenderlas pero creo... que ya lo entiendo,ahora lo entiendo,los protagonistas de esas historias se rendirían si quisieran pero no lo hacen,siguen adelante,por que todos luchan por algo.



ESDLA

jueves, 30 de julio de 2015

¡DIBUJOS!

Una pequeña parte de mis primeros dibujos tintados. Espero que os gusten. No dudéis en comentar y sugerir. Siempre se agradece. ¡Disfrutarlos!

Historia de un beso.

Llevabas años sin verla y habías quedado con ella. Ya la veías en la lejanía. No había cambiado nada, seguía tal y como la recordabas. El pelo lo tenía diferente, incluso le favorecía tenerlo así. Tus recuerdos de ella, no habían cambiado. Seguía siendo la misma, como si el tiempo se hubiese parado para ella. De repente algo ocurrió, todo lo que volviste a sentir por ella, resurgió. No sabias porque, ¿Seria por verla? ¿Por recordar todos esos momentos que pasasteis juntos? Algo hizo que aflorasen todas esas emociones, sentimientos que llevaban años guardados baje llave. Ella ya estaba a punto de llegar a ti. Tú no sabías que decir, o que hacer. Empezabas a ponerte más y más nervioso. La boca se te empezaba a secar. Sudores fríos recorrían tu piel. Pensabas:

” ¿Qué me está pasando? La conoces, sabes que no va a pasar nada. Solo sois dos amigos que volvéis a quedar. “

Querías creértelo. Pero no podías, algo te lo impidió. Ella finalmente llego. Tú tragaste saliva y como buenamente pudiste articulaste palabra:

“Hola, cuanto tiempo” – Dijiste tímidamente. ¿Hola, cuánto tiempo? He dicho yo eso. Que estúpido puedo llegar a ser. Pensaste.

Ella te respondió muy alegre. Con la voz un tanto tímida también. Aun recordaba aquellos días que pasasteis juntos. Tú aun seguías más que nervioso. Más aun con todos esos sentimientos a flor de piel. Aun así, te armaste de valor y empezaste hablarla. Se la veía más nerviosa a ella, que a ti. Eso te hacia tener más confianza, no eras el único nervioso. Al menos ya, no tenías sudores fríos. 
La tarde pasaba. Y no dejabais de hablar de todas las cosas que os habían pasado durante estos años, que no nos habíamos visto. De las cosas buenas, de otras no tan buenas. Pero llego ese momento. Ese momento que todo te hizo “clic”. No sabias el porqué, pero empezabas a querer besarla… el escucharla hablar hacia que tuvieses más ganas. Tus sentimientos que tenías guardados bajo llave habían florecido de nuevo. Empezabas a verla como la persona a la que llegaste a querer. Y querías volver a sentirte querido. No podías apartar la mirada de sus labios. Intentabas que no se te notara. No podías evitarlo. Sus labios te llamaban. Quiero besarla te decías una y otra vez. Pero esta vez era diferente… no podías hacer nada. Ya no tenías nada con ella. Y ella seguramente no sentiría lo mismo. No querrá que la beses y lo que es peor, acabarías la tarde tan estupenda que teníais. Y no volverías a verla más.

Se acercaba el final de la tarde. Tú ya nervioso, no sabías que hacer. “¿La beso, no la beso?” Pensabas una y otra vez. Sin dar tregua ni palabra alguna. Decidiste que había llegado el momento. No te importaba lo que ocurriese después. Querías volver a besarla. La ocasión era la idónea, te acercaste lentamente, como si de un susurro fueses a decirla al oído. Tu único pensamiento era ella. Así que cerraste los ojos y esperabas que tu beso, fuera correspondido.  

XXII

domingo, 26 de julio de 2015

No hay victoria sin sufrimiento.

Encerrado, acorralado como si de un fugitivo se tratase. Los días pasan lentamente. Van pesando más y más. Hasta llegar a un punto que no sabes que ocurrirá. ¿Cederás tú? ¿Las fuerzas menguaran? Aun así sigues aguantado, no por ti. Sino por las personas que te rodean. No puedes rendirte ahora, ya has llegado demasiado lejos. Da lo mejor de ti mismo. Esta soledad será efímera, pronto acabara. Sigue luchando.

 
¡SIGUE LUCHANDO!

Sobrevivir al olvido.


Todos pasamos por alguna mala racha. Incluso rachas que creemos que jamás acabaran. Nos maldecimos pensando porque me tocara a mí. Pero al final… como en todo, es pasajero. Pero que ocurre cuando se juntan con el amor, el ser amado. 

¿Realmente el amor todo lo puede? 

Solo piensas que cuando todo acabe, no sea demasiado tarde. Demasiado tarde para que ella ya te haya olvidado. Que olvide cada momento, cada instante, cada segundo que te hacia feliz. No olvide esa sonrisa de bobo cada vez que recuerdas su nombre. Esas ganas de volver a verla. Y de pensar, esta vez no, no voy a dejarte ir sin mí.
 Al final, quieres que nada cambie. Que ella te vuelva a sonreír y mirar como solía hacer desde el principio. Pero por desgracia, o afortunadamente, depende de cómo lo miremos. El futuro, no lo conocemos. Solo deseas que nada cambie en el tiempo. Ella es tu razón. Esa razón que te hace seguir adelante sin mirar atrás. Esa razón, por la que paso a ser la más importante de tu vida. Si algo es seguro, es que cuando finalmente esa mala racha allá acabado, esperas que jamás olvide, que durante el tiempo que estuvisteis juntos le hiciste feliz. Y el, el te amo como nunca había amado a nadie.



XXII